viernes, febrero 01, 2013

El sanguche, debemos recordar, se inventó para el fomento del juego y no del picnic, creo que por esta confusión el mundo está como está.

El otro día estaba yo en el parque, potencialmente preparado a escuchar animaladas. Lamento no recordar completo el dialogo animalado que presencié y sentí. Era un flaco y una mina, bastante grandes, no eran unos adolescentes. El flaco le muestra el libro "Farenheit 451", a lo que la mina contesta.
-Me suena otro número con esta novela.-
-La de la película.-contesta él.
-Pero es otro número, no es ese.-
Bueno, así empezó, seguido de una larga explicación sobre la película de Michael Moore y sus diferencias con el libro de Bradbury. El muchacho ignoraba que si hay una peli de "451", muy vieja y que no es gran cosa. Pero el tono de bobalicón con expresión de entendido, fue suficiente para que dijera, merece un lugar aquí. Muchos más que los vampiros de Crepusculo.
QuE Hiiiiiijo de...!

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