viernes, febrero 05, 2010

Para obtener un préstamo, primero debe probar que no lo necesita.

Fui a filmar un micro a la terminal de Retiro. Era para un aviso, de un canje, de paso retiraba los pasajes del canje. Estos eran para una compañera que se iba de vacaciones. En principio, fui a la ventanilla. Donde el tipo se quedó tildado porque no entendía que tenía que filmar yo. Bueno, esta bien, lo saqué de "voy de aquí hasta allá, origen-destino" y le arruiné el día. Llamó a una mina con más pinta de jefa, o de entender algo, pero era solo la pinta. Hasta que entendió que venía a retirar unos pasajes y luego a filmar el micro para el aviso, pasaron tres personas por la misma ventanilla, del cajero de al lado. Primero me quiso mandar a Coto, porque las darsenas no estaban habilitadas. (lo que? ni en pedo salgo con la cámara cerca de la villa.) Entre medio que me estaba dando los pasajes, llega un hombre, que avisa que ya abrieron la darsena de ellos. Voy para esa plataforma y espero que llegue el micro a la hora convenida. Cuando viene entrando, lo filmo asi tenía una toma más. Solo necesitaba filmar, la trompa, el costado y un interior de arriba y de abajo. Nada más, facil la cosa. No tanto si tenés a un bolupipedo rondando. Saludo a los choferes del micro que quería filmar, les digo lo que tengo que hacer, cuaaaanddoooo... aparece el tan temido bolupipedo. Y la pregunta obligada, ¿tenés autorización? No, resulto que el enano que estaba no le aviso a Blancanieves. ¿Pero que querés que te la firme por el presidente también? Este pibe que preguntaba todo esto, no era de la empresa, es uno que pertenece a "Terminal de omnibus Retiro" y guia a la gente en las plataformas. Sintiendose importante, inquirió que de donde venía, para que era. Como yo tenía que hacer mi trabajo, y él el suyo, le conteste la ventanilla correspondiente y quien me mandaba. Este flaco, que hasta ese momento tenía mi paciencia y aprecio, portaba una cara que era carne de cañón para el bobero seguramente. Los choferes viendo que tenían que hacer subir a la gente, me dijeron que entrara a filmar ("hasta que este venga!", dijo uno de ellos) En diez segundos o quince, filme abajo y arriba. Estando arriba, viene todo presuroso el inquisidor de la autorización.
-No tenés autorización para filmar, me dicen acá.-me avisa mientras habla por el handy.
Ya no con tanto buen humor, le respondo cual es mi contacto y llamo a mi compañera para que me diga con quien habló de la empresa.
Medio que se metía delante de la cámara para impedirme filmar, cosa que me molesto por lo ortiva. Pero se lo dejé estar, ya había cortado la toma despues de todo, no había tapado nada el zoquete.
-Es que lo tengo al gerente de Marketing de la empresa y no sabe nada.-me dice el flaco.
No me extraña nada, pensaba yo. El dia que los de marketing sepan algo será el día que las vacas vuelen. Mientras mi compañera me cuenta quien acordó todo con ella, voy bajando y filmo el costado del micro, otro poco de la parte de adelante. Le digo al nabo este, en tanto me seguía para abajo, con quien habían hablado para autorizarme.
-Ah, no. Claro, pero es que "fulanito" (preservo el nombre del idiota al otro lado de la linea) no sabe nada de esto, entonces no te puedo dejar filmar. Cuando le comento a mi compañera me dice que el nombre que me dio recién es el del dueño. Ahora bien, estos dos boludos, no saben que donde manda capitán no manda marinero. ¿Que me importa lo que diga el de marketing, si me autorizó el dueño? Corto con mi compañera, porque mientras hablaba por telefono, filmé lo último que necesitaba. Voy a saludar a los choferes, estrecho sus manos y el nabo de Retiro me dice:
-Disculpame que no te deje filmar, pero sin autorización...-me comenta el pelasfután con todo su aire de piojo resucitado dos veces y me siento reeeeimportante (Ahhrrreeequeeee ) Reque sos un tremendo salame.
Aguantandome la risa, le palmeo el hombro y le digo mientras encaro la salida:
-No te preocupes, tengo todo lo que necesitaba.-
Y era cierto, filme lo necesario y todo mientras este zapallo con dulce de mandioca buscaba quien autorizó todo eso. Cuando el fue; yo fuí, vine, volví, me fuí de nuevo, puse un negocio, me fundí, lo levanté, tuve hijos, nietos, bisnietos, morí y reencarné en mi tataranieto.
Me subí al remís que me esperaba, pensando en lo dormido que estaba ese pibe. Otro ejemplo del "pobre infeliz, se olvidó de respirar..."
QuE Hiiiiiijo de...!

lunes, febrero 01, 2010

El neurótico construye castillos en el aire, el psicótico los habita, el psicoanalista cobra el alquiler.


Directa, corta y sin tapujos. Tremendo pelotudo me tocó hoy después de hace mucho que no voy al parque. Casi cerrando a la noche, escucho que un fierita le cuenta a su amigo: “Ah, si. Este es el autor del exorcista.” Cuando miro que libro levantó, me avivo que es uno de John Katzenbach, el autor de “EL PSICOANALISTA”. Se ve que este no ve mucho cine o algo sabría. El verdadero autor del Exorcista es William P. Blatty. O será que necesita un psicoanalista pronto? Su burrada es psicótica por lo menos. Menos mal que aun no pasa el bobero que sino se lleva a este y a unos cuanto más. 
QuE Hiiiiiijo de...!